sábado, 2 de agosto de 2014

Serapheem

 

 

 

Fue guardián del Edén, y con su espada de fuego expulsó a los primeros (y únicos) habitantes del Paraíso.

Pero allí, en el silencio de la Eternidad, postrado frente al Jardín que se desintegraba ante su vista, escuchó el aliento de Lucifer. Y ya nada fue igual.

Esperó durante eones la voz de su Creador, una palabra, una señal reflejada entre los mundos, pero sólo escuchó el lejano retumbar del Universo.

Y así, huyendo de la luz convertido en un Ángel Negro, Serapheem atravesó las cavernas del Limbo hundiéndose en las tinieblas...